La capacidad de ser asertivos y autoafirmarse

    Ser asertivos es autoafirmar los propios derechos

    La asertividad es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular ni manipular a los demás. Los comportamientos asertivos suponen un saber defender las propias necesidades frente a las exigencias de los demás sin llegar a utilizar comportamientos agresivos o violentos.

    La asertividad es el punto medio entre los comportamientos inhibidos propios de las personas tímidas o inseguras y los comportamientos violentos propios de las personas agresivas y egoístas.

    Pongamos como ejemplo que alguien le pide el coche a otro que no desea prestarlo, éste puede reaccionar de diferentes maneras:

    De forma inhibida: «bueno… te lo presto…»

    De forma agresiva: «¡no me da la gana de prestártelo!»

    De forma asertiva: «lo siento, pero no acostumbro a prestarlo»

    La persona inhibida y sumisa no defiende sus propios derechos, respeta a los demás pero no se respeta a sí misma. Sus esquemas mentales son del tipo: «Lo que yo piense o sienta no importa. Importe lo que tu sientas o pienses», «Es necesario ser querido y apreciado por todo el mundo» o «si digo lo que pienso los demás se molestarán conmigo». Sus sentimientos suelen ser frecuentemente de frustración, impotencia, culpabilidad y baja autoestima, ansiedad y temor. Sus comportamientos son inseguros: vacilaciones, bajo volumen de voz, bloqueos y silencios. Con frecuencia tiene quejas no manifestadas hacia los demás del tipo: «X es egoísta y se aprovecha de mí». Cuando ya no puede más puede experimentar «explosiones» agresivas bastante incontroladas resultado de la acumulación de tensiones.

    La persona agresiva defiende sus derechos de forma excesiva, no respetando a los demás y frecuentemente generando conflictos por este hecho. Carece de habilidades para relacionarse con la debida «sensibilidad» o empatía. Sus esquemas mentales son del tipo: «Si no soy fuerte los demás se aprovecharán de mi», «Lo importante es conseguir lo que yo quiera», «Hay gente mala y vil que merece ser castigada». Sus sentimientos suelen ser de enfado, sentimiento de injusticia, soledad y abandono, baja autoestima, frustración y falta de control. Sus comportamientos son agresivos y retadores: contacto ocular desafiante, cara tensa, tono de voz elevado, interrupciones y habla tajante.

    Recomendado:  ¿Es Recomendable Emplear la Estrategia del Océano Rojo en una Industria?

    La persona asertiva sabe respetar a los demás sin dejar de respetarse a si misma. No pretende entrar en el esquema de ganar o perder en la relación con los demás, sino en ¿cómo podemos llegar a un acuerdo favorable a ambos? Su manera de pensar es más racional, actuando de forma más adaptativa a su vida y circunstancias. Sus sentimientos son más estables y controlados que los de las personas inhibidas o agresivas y derivado de todo esto su sentido de autonomía, autosuficiencia y autoestima es elevado.

    Dicho todo esto podemos decir que no podemos clasificarnos en cada uno de estos tres tipos de personas. Todos tenemos en mayor o menos proporción algo de cada tipo. Pero lo que nos interesa es aumentar nuestro nivel de asertividad en detrimento de los otros tipos.

    Califica esto post
    Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
    Privacidad